DESIGUALDAD
UN MUNDO DESIGUAL ES UN MUNDO HAMBRIENTO
Cuando el mundo es desigual, el acceso a alimentos nutritivos no es el mismo, y los marginados dentro de una comunidad -como las mujeres, las personas desplazadas y refugiadas, y los discapacitados- tienen más probabilidades de enfrentarse a obstáculos para acceder a servicios esenciales, empleos, ingresos y recursos. Esta desigualdad provoca hambre, especialmente hambre crónica, que a su vez agrava la desigualdad.
EL ESTADO DE LA DESIGUALDAD ALIMENTARIA MUNDIAL
Se producen alimentos más que suficientes para alimentar a todos los habitantes del planeta. Sin embargo, después de haber disminuido de forma constante durante una década, el hambre en el mundo está aumentando.
3.000
millones de personas
no pueden permitirse
una dieta sana.
150
millones más de mujeres
que hombres pasaron
hambre en 2021.
8%
de la población mundial
estará subalimentada
en 2030.
HAMBRE: LA BRECHA DE GÉNERO
Los principales factores del hambre -conflictos, cambio climático e inequidad- también afectan más a las mujeres. En muchos lugares, las mujeres son las que menos comen o las últimas en hacerlo, a pesar de que el 90% de las veces son las responsables de preparar y comprar los alimentos para sus familias. Datos recientes revelan que 150 millones más de mujeres que de hombres pasaban hambre en 2021, y que las mayores diferencias se encontraban en América Latina, Asia y el Caribe. Al mismo tiempo, las mujeres son nuestras aliadas más poderosas en la lucha contra el hambre.
EL COSTE CRECIENTE DE UNA DIETA SANA
Más de 3.000 millones de personas en el mundo no pueden permitirse el coste medio de una dieta sana y barata. Tanto en los países ricos como en los pobres, tener una renta disponible baja cuando los alimentos nutritivos son caros puede tener graves repercusiones. Comer alimentos de baja calidad puede provocar malnutrición, carencias de micronutrientes y otros problemas de salud. Si el aumento del coste de los alimentos no va acompañado de oportunidades laborales con ingresos crecientes, más personas corren el riesgo de pasar hambre.
Las causas del hambre
El hambre es predecible, prevenible y tratable. Pero para acabar con el hambre, primero debemos comprender y abordar los problemas que perpetúan la crisis mundial del hambre.