POBREZA
La pobreza provoca hambre
En todo el mundo, 648 millones de personas viven en la pobreza extrema. Sobreviven con menos de 2,15 dólares al día, una cantidad imposible para mantener un medio de vida sano en cualquier parte del mundo.
Sin ingresos suficientes y sostenibles, las familias no pueden permitirse el acceso a alimentos nutritivos, agua potable o atención sanitaria. Como consecuencia, uno de cada tres niños de los países de renta baja y media sufre desnutrición crónica. Sin tratamiento, el hambre puede provocar un retraso en el crecimiento, un desarrollo mental y emocional limitado e incluso la muerte.
El año pasado, Acción contra el Hambre ayudó a 28 millones de personas a acceder a fuentes de ingresos sostenibles, agua limpia, alimentos nutritivos y atención sanitaria, pero aún queda mucho por hacer para acabar con la pobreza y el hambre para todos, para siempre.
DATOS CLAVE SOBRE LA POBREZA Y EL HAMBRE EN EL MUNDO
5
La mitad de la población más pobre
del mundo vive en cinco países:
Bangladesh, República Democrática del Congo
Etiopía, India y Nigeria.
2/3
Proporción media de los ingresos
destinada a la alimentación en los
países pobres frente al 25% en
países ricos.
356
millones de niños y niñas
viven en la pobreza extrema
en todo el mundo.
EL COSTE CRECIENTE DE UNA DIETA SANA
Más de 3.000 millones de personas en el mundo no pueden permitirse el coste medio de una dieta sana y económica. Tanto en los países ricos como en los pobres, la insuficiencia de ingresos para hacer frente al creciente coste de los alimentos nutritivos puede tener graves repercusiones. El consumo de alimentos de baja calidad puede provocar malnutrición, carencias de micronutrientes y otros problemas de salud.
¿Qué causa el hambre?
El hambre es predecible, prevenible y tratable. Pero para acabar con el hambre, primero debemos comprender y abordar los problemas que perpetúan la crisis mundial del hambre.