Durante décadas, el hambre en el mundo fue disminuyendo. Pero ahora, debido a los conflictos, el cambio climático, la desigualdad mundial y otros factores, la hambruna amenaza con volver.
Definición de hambruna
Una hambruna se define como el tipo más grave de crisis de hambre. Es muy poco frecuente, pero cuando se produce, significa que hay una escasez extrema de alimentos y que varios niños, niñas y adultos de una determinada zona mueren de hambre a diario.
Algunas emergencias mortales ocurren de repente, como terremotos, inundaciones y otras catástrofes naturales. No es el caso de la hambruna. Una hambruna se produce lentamente, causada por conflictos a largo plazo, crisis climáticas, pobreza extrema y otros factores. Las hambrunas nunca son inevitables, siempre son predecibles, prevenibles y provocadas por el hombre.
CUÁNDO SE DECLARA UNA HAMBRUNA
La hambruna es un término técnico: sólo se declara oficialmente cuando se cumplen una serie de criterios específicos de inseguridad alimentaria, mortalidad y malnutrición.
20%
1 de cada 5 hogares
sufre escasez extrema
de alimentos.
30%
Más de 3 de cada 10
personas están
desnutridas.
4
de cada 10.000 niños y
niñas menores de cinco
años mueren cada día
de hambre.
2
de cada 10.000 personas
mueren cada día de
hambre.
Cómo se declara la hambruna
Para declarar una hambruna, el mundo recurre al sistema de Clasificación Integrada de Fases (CIF), un marco en el que participan gobiernos, organismos de la ONU, organizaciones como Acción contra el Hambre, la sociedad civil y otros socios pertinentes. Juntos, utilizando las normas científicas y el enfoque analítico de la CIF, los socios clasifican la gravedad y la magnitud de las crisis alimentarias en un país.
La CIF establece cinco fases para las crisis del hambre, que van de la Fase 1 (Mínima/Ninguna) a la Fase 5 (Catastrófica/Hambruna), y cada una tiene su propio conjunto de criterios técnicos.
La clave para entender las emergencias alimentarias son los datos, y muchos. Acción contra el Hambre y sus socios llevan a cabo encuestas sobre seguridad alimentaria y nutrición para recabar información sobre la disponibilidad de alimentos, los niveles de desnutrición y las tasas de mortalidad.
A continuación, se recopilan y analizan todos los datos, y los socios de la CIF se ponen de acuerdo sobre los resultados y conclusiones generales. Si un país, o parte de un país, cumple los criterios de hambruna (fase 5 de la CIF), todos los socios -incluido el gobierno del país- deben llegar a un consenso sobre estos resultados antes de que se declare la hambruna. En ocasiones, las declaraciones de hambruna pueden convertirse en decisiones políticas, más que humanitarias.
Antes y después de que se declare una hambruna, el objetivo del sistema de la CIF es desencadenar acciones para evitar que las crisis de hambre se deterioren aún más y salvar vidas. Pero, aunque es una herramienta muy útil, el sistema dista mucho de ser perfecto.
A menudo, las mismas condiciones que provocan el hambre son las que dificultan increíblemente la recopilación de los datos necesarios para determinar si se está produciendo una hambruna.
LOS CONFLICTOS PROVOCAN HAMBRE
Los conflictos son la principal causa del hambre. La violencia y la inseguridad ponen en peligro a la población civil, a la vez que dificultan la evaluación de la gravedad de una crisis alimentaria y el acceso a las comunidades más necesitadas de ayuda. Lamentablemente, esto significa que hay ocasiones en las que se sospecha -incluso es probable- que haya hambruna, pero no hay suficiente información para confirmarlo.
¿Cuándo fue la última hambruna?
Solo ha habido dos hambrunas en el siglo XXI. En 2011, en medio de una grave sequía y un conflicto, se declaró la hambruna en Somalia tras la muerte de unas 250.000 personas. En 2017, tras años de guerra civil, se descubrió que partes de Sudán del Sur sufrían hambruna.
Durante meses antes de que se declararan ambas hambrunas, las Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias advirtieron del deterioro de las crisis humanitarias. La ayuda acabó llegando, pero para cientos de miles de niños y familias desnutridas, lo hizo con demasiada lentitud.
¿Sigue preocupando hoy el hambre?
Tras muchos años de avances en la lucha mundial contra el hambre, una combinación de factores -conflictos, cambio climático y desigualdad global- ha llevado a millones de personas al borde de la inanición.
Según Naciones Unidas, en estos momentos, hasta 49 millones de personas de 46 países podrían correr el riesgo de caer en la hambruna si no reciben ayuda urgente. Los países con mayor riesgo de hambruna están en el Corredor Seco Centroamericano y Haití, pasando por el Sahel, la República Centroafricana y Sudán del Sur, hasta el Cuerno de África, Siria, Yemen, Afganistán y Territorio Palestino Ocupado.
Aunque la hambruna no ha sido declarada -y puede que nunca lo sea- las campanas de alarma están sonando ahora, y el mundo debe escucharlas. No podemos esperar a que se declare oficialmente la hambruna para actuar y salvar vidas.
CÓMO AYUDAMOS A LAS COMUNIDADES QUE SE ENFRENTAN A LA HAMBRUNA
Proporcionamos tratamiento vital a niños gravemente desnutridos y entregamos dinero de emergencia, alimentos y agua potable. Nuestros equipos también ayudan a evaluar la gravedad de las crisis alimentarias encuestando a las comunidades y suministrando y analizando datos.
Nuestros equipos también investigan mejores formas de entender, prevenir y abordar las crisis de hambre, abogan por un mayor acceso humanitario a las comunidades necesitadas y presionan a los líderes mundiales para que tomen medidas para crear un mundo libre del hambre.